Las economías emergentes y en desarrollo deben encontrar un equilibrio adecuado entre el ajuste fiscal y las medidas políticas para reducir las vulnerabilidades. Sí, las economías china e india continuarán rugiendo, pero también hay problemas en el mundo en desarrollo. La economía global necesita medidas políticas que vayan más allá de la gestión de la demanda. Otras economías emergentes están aún peor.

Un cambio importante en la organización de las finanzas internacionales ocurrió en los últimos años del siglo veinte, y los economistas aún están debatiendo sus implicaciones. A diferencia del movimiento de capital y bienes, desde 1973 las políticas gubernamentales han tratado de restringir los flujos migratorios, a menudo sin ninguna razón económica. Que dichas políticas tengan éxito depende de las habilidades de los gobiernos para elegir a los ganadores, con expectativas razonables de éxitos y fracasos. A la inversa, si las políticas comerciales toman un giro proteccionista, podrían conducir a mayores costos de importación y podrían impactar el crecimiento. Las políticas monetarias y macroeconómicas debían ser revisadas, y la cooperación política regional fue diseñada para prevenir cualquier crisis futura. A escala internacional, las políticas económicas promovidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) han tenido una gran influencia, especialmente en los países en desarrollo.

En primer lugar, la inversión es débil. En particular, concluye que la inversión en áreas clave, como investigación y desarrollo, educación e infraestructura, puede servir para promover el progreso social y ambiental, al mismo tiempo que apoya el crecimiento de la productividad. La inversión extranjera directa (IED) y la inversión de cartera dentro de la ASEAN han aumentado significativamente, no solo en la región sino también en el resto del mundo debido a la prosperidad de la economía de la ASEAN.

Para reducir los déficits presupuestarios europeos, los países han emprendido severas medidas de austeridad que reducen el crecimiento económico. Una reducción de la actividad económica en un país puede llevar a una reducción de la actividad de sus socios comerciales como resultado de la consiguiente reducción de la demanda de sus exportaciones, que es uno de los mecanismos por los cuales el ciclo económico se transmite de un país a otro. Si bien se proyecta una modesta recuperación mundial para 2017-2018, la economía mundial aún no ha emergido del período de lento crecimiento, caracterizado por una inversión débil, una disminución del comercio y un crecimiento de la productividad decreciente, de acuerdo con la Situación y Perspectivas de la economía mundial de las Naciones Unidas (WESP). ) Informe 2017 lanzado el martes. Para varios otros países de África occidental, como Costa de Marfil, Ghana y Senegal, las perspectivas de crecimiento siguen siendo sólidas, respaldadas por grandes inversiones en infraestructura y un mejor clima empresarial interno.